ESCRIBIENDO CON PALABRAS PARÓNIMAS...
Había
una vez un gato muy travieso, al que le gustaba espiar, que vio un pollo muy
sabroso sentado en un poyo. Al lado vio un anciano. Parecía muy callado y tenía
un cayado muy bonito y marrón. Iba a rallar un trozo de queso. Como tenía sed
se fue a buscar un poco de agua al arroyo. Entonces el gato extático fue como
una bala a por el pollo del anciano y estuvo a punto de rayar el poyo con sus
garras. Como vio que el pollo estaba estático, lo engulló de un bocado y se
volvió a esconder para que no le viesen. Cuando el anciano volvió, espiró y
dijo: “Jolines, me han robado el pollo para mi cena!”, y se fue a su cama sin
cenar. Entonces el gato se puso triste. Al día siguiente le arrolló un camión
y, antes de expirar, quiso expiar sus pecados.
AUTOR: Samuel, 5ºB.
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